
Mariana Alcantara




En esta corriente de arte, las obras tienen o parecen tener movimiento. Por lo que es conocido también como el arte del movimiento.
Desde sus comienzos el hombre ha intentado representar el movimiento en sus obras. En el arte cinético no se representa al movimiento en sí. Sino que mediante él, el artista utiliza diferentes recursos con los que incorpora el movimiento en la obra.
El arte cinético nace al querer romper con la idea de que los ritmos estáticos son los únicos elementos de las artes plásticas y quiso remplazarlos por ritmos cinéticos “formas esenciales de nuestra percepción del tiempo real”. Lo que lleva al artista a realizar principalmente esculturas basadas en la estética del movimiento, utilizando componentes móviles en las obras.
El arte cinético también se puede basar en las ilusiones ópticas, en la vibración retiniana y en la imposibilidad de nuestro ojo de mirar simultáneamente dos superficies coloreadas, violentamente contrastadas, y entonces crearnos únicamente la sensación de movimiento, aunque éste en realidad no exista.
Las primeras manifestaciones de arte cinético se dan en la primera década del S. XX, en el movimiento futurista y en ciertas obras de Marcel Duchamp. Más adelante, Alexander Calender inventa el móvil, un tipo de escultura formada por alambre y pequeñas piezas de metal suspendidas que son movidas ligeramente por el desplazamiento del aire ambiente. La expresión arte cinético es adoptada hacia 1954, para designar las obras de arte puestas en movimiento por algún tipo de energía externa.
El arte cinético fue muy utilizado en la década de los 60 y 70. Se crearon obras que utilizaban la ilusión óptica para causar al espectador inestabilidad y movimiento. También son utilizados móviles sin motor y construcciones tridimensionales con movimiento mecánico.